El concepto inteligencia artificial se conoce desde la década de
1950, pero en los últimos años se ha perfeccionado
considerablemente, ya que se han desarrollado máquinas y
equipos autónomos de uso industrial y doméstico.
En la actualidad existen muchas máquinas que no necesitan el control humano para ejecutar sus funciones, entre ellos, robots de rescate o compañía, aviones no tripulados y electrodomésticos.
Uno de los proyectos que más impacto ha causado en los últimos meses son los carros autónomos de Google, que reconocen la carretera y se detienen cuando detectan personas u objetos. Otra iniciativa que llamó la atención del mundo son los drones para entregar paquetes.
En ambos casos, las empresas responsables de su desarrollo no han podido probar sus inventos en situaciones reales, ya que las autoridades de Estados Unidos temen por la seguridad de las personas.
Opositores de esa tecnología opinan que el ser humano es el único que puede tener el control de los inventos. (Foto Prensa Libre: Archivo)
En ese sentido, el físico sudafricano Elon Musk, considerado el Tony Stark —protagonista de Iron Man— de la vida real, asegura que la inteligencia artificial ayudará a efectuar trabajos peligrosos, como exploraciones espaciales y rescates en zonas de desastres. Sin embargo, también opina que si su uso no es regulado, las máquinas autónomas podrían ser igual de letales que una bomba nuclear.
Un carro o un avión no tripulado podría llegar a cualquier lugar y causar mucho daño, ya que podría llevar armas químicas o biológicas. No obstante, la inteligencia artificial bien utilizada ayudaría a conocer el espacio y descubrir más detalles del origen del universo.
Por lo pronto, la empresa SpaceX, fundada por Musk, prepara un equipo de robots y máquinas que harán la primera exploración en Marte. Se considera que el lanzamiento de la nave se hará en el 2018.
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